INTRODUCCIÓN HISTÓRICA Y DESCRIPCIÓN.

EXTRACTOS DEL INFORME HISTÓRICO Y ARTÍSTICO. RETABLO MAYOR DE LA IGLESIA DE PONTEDEUME (A CORUÑA). USC.

JUAN M. MONTERROSO, BEGOÑA FERNÁNDEZ

DESCRIPCIÓN DE LA ESTRUCTURA DEL RETABLO

«…Debemos partir de que el retablo cuenta con un núcleo principal datado en 1530, sobre el
que se llevaron a cabo diversas intervenciones a lo largo de su historia. Dicho elemento
central está compuesto, en la actualidad, por una estructura de tres calles separadas por
pilastras de fuste rehundido y decoración de candelieri, característica del segundo cuarto del siglo XVI. Dichas pilastras se separan de los cuerpos superiores a través de finos listeles;
éstas constituirían la parte correspondiente a la predela o banco del retablo, dada su escasa
altura y su simplicidad ornamental. Probablemente en las calles que se configuran se
contase con paneles de madera pintados con temas vinculados con el discurso iconográfico
del resto del retablo. En las cartelas situadas en la parte central se puede leer la fecha de
1530. El primer cuerpo del retablo, por su parte, consta de pilastras de orden compuesto,
también decoradas con motivos de grutescos y candelieri, que soportan un arquitrabe
decorado por cabezas de ángeles. La anchura y altura de estas tres calles, donde se vuelven
a cobijar dos tablas pintadas al óleo, es similar. En la actualidad sólo se conservan las tablas
de la Asunción de María y san Miguel. En su calle central se localiza la imagen pétrea de
Santiago Sedente, procedente de la intervención realizada en 1961.

El segundo cuerpo del conjunto, repite el mismo esquema compositivo, si bien la
proliferación de cabezas de ángeles ha sido sustituida por tres bustos esculpidos. En sus
calles se pueden ver escenas de la pasión de Cristo: flagelación, lamentación sobre Cristo
muerto y resurrección.
El conjunto se remata con un ático, de nuevo configurado a través de pilastras,
entablamento y frontón recto, en el que se puede ver la tabla con la escena del Calvario. A
derecha e izquierda de este ático se han dispuesto dos pináculos flanqueados por dos
delfines a cada lado y decoración de nuevo de medallones…»

CRONOLOGÍA DE LAS TRANSFORMACIONES SUFRIDA

ANÁLISIS ICONOGRÁFICO DEL RETABLO

«…el retablo de 1531 se debe interpretar en clave devocional, teniendo en
cuenta la función funeraria que debió poseer la iglesia en su origen, en el momento en que
don Fernando de Andrade manda levantar su sepulcro en ella; el mismo que hoy en día se
encuentra dentro de un arcosolio del lado del evangelio. También debemos tener presente
que en esta lectura será siempre incompleta puesto que nos faltaría el testimonio de los
motivos pintados en la predela. Por último, aunque no parece que se pueda cuestionar, se
parte de la base de que el retablo desde el primer momento de su construcción estuvo
presidido por la imagen sedente de Santiago, procedente, a su vez, de la antigua iglesia.
Teniendo en cuenta estas circunstancias es fácil entender que se trata de un discurso
pensado para la salvación y redención del cristiano a partir de tres niveles diferentes. En el
primero de ellos, el correspondiente al primer cuerpo, se encontrarían las devociones que
actúan de mediadoras ante Dios Padre y Jesucristo. De ese modo, aparece en primera
instancia la devoción local al Apóstol Santiago, a las que siguen la devoción mariana de la
“sacra cintola” y la psicostasis, representada por San Miguel; es decir, dos devociones que
están asociadas con el Juicio Final y la redención de los pecadores. Dicha redención, por
otra parte, no se puede realizar si no tenemos en cuenta la fe en la palabra y el ejemplo de
Jesucristo, dado y transmitido a través de las escenas de su Pasión. Todo el conjunto se
explica a partir del acto de la redención, representado en la crucifixión, momento en que
Jesús nos libra del pecado original contraído por Adán.

Este discurso se podría completar con la identificación de los bustos tallados en el
entablamento del segundo cuerpo y en los gabletes del ático. En este último figuran un
hombre y una mujer que, según García Iglesias, podrían aludir a don Fernando y su
esposa. En realidad, esta propuesta se plantea como una pregunta que tendrá que quedar
sin resolver, puesto que implicaría identificar los tres bustos del entablamento, en este caso
una mujer en la calle central y dos varones barbados en las laterales. Su carácter anepígrafe
y la ausencia de cualquier tipo de atributo identificativo invita a dejar la consideración de estas cinco tallas como elementos característicos del lenguaje plástico del primer tercio del
siglo XVI…»


ESTUDIOS PREVIOS Y ESTADO DE CONSERVACIÓN

La restauración del retablo de Santiago de Pontedeume, conllevó un análisis profundo de sus patologías, características y avatares históricos sufridos.

El equipo de restauración tras un pormenorizado análisis y toma de muestra, recopiló la información necesaria para la redacción del proyecto de restauración : información obtenida tras el examen organoléptico, estudio fotográfico con radiación UV , estudio de estratigrafías, mapas de alteraciones, estudios termohigrométricos, estudio de estabilidad, estudio histórico artístico y documentación gráfica.

Las alteraciones encontradas en el retablo principalmente eran: suciedad superficial, oscurecimiento de las capas de protección, oxidación de clavos, lagunas cromáticas, manchas, faltas matéricas, grietas, separación de tablas, repintes puntuales, añadidos de maderas y clavos y ataque de anóbidos.

Los lienzos por su parte mostraban rotura, destensados, bordes insuficientes, parches inapropiados, barniz oxidado, restos de celulosa de antiguas intervenciones y bastidor atacado por anóbidos.

La escultura pétrea de Santiago presentaba sobretodo gran suciedad superficial y descohesión de capas pictóricas.


PROCESOS DE RESTAURACIÓN

RETABLO

ASPIRACIÓN DE LA SUPERFICIE DEL RETABLO

DESMONTAJE DE MOLDURAS Y TABLAS AÑADIDAS

DESINSECTACIÓN DEL RETABLO

LIMPIEZA DE DORADO, CARNACIONES Y TABLAS

CONSOLIDACIÓN DEL SOPORTE

ELIMINACIÓN DE DOS FILAS DE SILLARES, RECOLOCACIÓN DE COLUMNAS Y CAPITEL, PICADO DE CEMENTOS

TRATAMIENTO DE METALES: ELIMINACIÓN DE CLAVOS DE FACTURA RECIENTE, PASIVACIÓN, PROTECCIÓN DE CLAVOS ANTIGUOS Y ELEMENTOS DE ANCLAJE

ELIMINACIÓN DE REPINTE DE ZÓCALO DEL RETABLO

ELIMINACIÓN DE MASILLAS INAPROPIADAS Y REPINTES PUNTUALES

REINTEGRACIÓN DE CORNISAS, LÍNEAS HORIZONTALES Y ESTUCADOS

REINTEGRACIONES CROMÁTICAS

BARNIZADO

ESCULTURA PÉTREA

ASPIRACIÓN Y LIMPIEZA SUPERFICIAL

SENTADO DE COLOR

BARNIZADO

LIENZOS

ASPIRACIÓN DE REVERSO DE LOS LIENZOS

ALIGERAMIENTO DE BARNIZ

ELIMINACIÓN DE REPINTES

DESCLAVADO DEL BASTIDOR

ELIMINACIÓN DE ANTIGUOS PARCHES, BORDES Y ADHESIVO

ELIMINACIÓN DE DEFORMACIONES

SUTURA DE HILOS

COLOCACIÓN DE BORDES

COLOCACIÓN DE LIENZOS EN BASTIDOR NUEVO DE CASTAÑO

ESTUCADO DE LIENZOS

REINTEGRACIONES CROMÁTICAS

BARNIZADO

FINALES


CONSIDERACIONES ACERCA DE LA INTERVENCIÓN

Cabe destacar conceptualmente el tratamiento realizado en el Hueco de la hornacina central, antes de la restauración presentaba un espacio frío y poco acorde con el retablo, fue cubierto con un fondo creado ex professo. La decisión de dar como terminación el dorado viene amparado por el estudio histórico artístico de Juan Monterroso, quien respalda la hipótesis de que el retablo mantuvo en origen una hornacina dorada. “En primer lugar, se debe intentar recuperar la legibilidad del conjunto que se ha visto muy alterada desde el momento en que la figura de Santiago Sedente se sitúa sobre el fondo pétreo de la fábrica del siglo XVI. Parece razonable pensar que, en su origen, esa calle estuviese cubierta por una trasera que actuara de fondo para la imagen. De hecho, en la intervención de 1961 se puede apreciar como, en un momento dado, se situó como fondo una colgadura, a modo de cortinaje. Pensar en un fondo dorado plano, claramente diferenciado del resto de la estructura del retablo, parece una alternativa a manejar.” MONTERROSO J. M. informe Histórico Artístico (Anexo VII) Pág.27 29 Memoria Final de Restauración del retablo mayor de la iglesia de Santiago de Pontedeume.

Por ello se ha intentado recrear en forma un fondo dorado, totalmente discernible, en factura contemporánea. Se trata de un fondo con pan de oro de 22K, dorado al agua sobre una preparación de bol de armenia roja mezclada con bol negro sobre preparación de sulfato cálcico. A este panel dorado se le aplicó un desgaste y una colocación de láminas que simula la orientación de las láminas originales en la zona del ático ( en el s- XVI esta colocación implicaba un ahorro matérico para intentar abaratar costes en obra.) Sin embargo, en nuestra intervención intentamos  no colocar las láminas de oro de modo ortodoxo (no creando una continuidad de superposición de láminas que generen un espacio completamente dorado) sino más bien una visión diferenciadora y actual, donde la ruptura en la colocación de las láminas viene planteada para generar un dinamismo y desestructuración que conviertan el panel en un fondo contemporáneo. La colocación de este fondo, que no crea una hornacina, ya que no se realiza la caja, es decir, no se cierran los espacios laterales, si no que se coloca de fondo invadiendo parte de las zonas ocultas del retablo, para que funcione como fondo y no como hornacina lo que ayuda a recalcar su carácter discernible y contemporáneo con el resto del retablo. A este fondo se le aplicó varias capas de goma laca y finalmente una última capa de goma laca teñida con anilina al alcohol, lo cual lo diferencia notablemente con el resto del retablo. Al mismo tiempo esta realizado en madera de castaño cuya colocación de las maderas en vertical intenta simular la colocación de las tablas policromadas, manteniendo un corte de unión por la zona de ruptura del cuerpo central. Con todo ello neutralizamos una zona con mucha presencia por sus dimensiones, dignificándola, dándole una lectura discernible en clave contemporánea y que a su vez recuerde el fondo dorado de una antigua hornacina hoy desaparecida.

Eliminación de parte del pedestal y recolocación de basa, columnas y capitel pétreo Sobre la figura de Santiago Apóstol pétreo, una vez apeado se desmontaron las dos hileras de sillares superiores. Dejando la altura correspondiente que posiblemente tuvo la figura pétrea antes de la alzada del retablo en la intervención barroca de la década de 1760, con la apertura de las puertas que comunicaban la sacristía con el presbiterio.

Puesto que la altura que presentaba antes de nuestra restauración, era fruto de la intervención de 1967 de Chamoso Lamas, quien ubicó la escultura excesivamente alta y sin ninguna referencia histórica. Esta decisión viene respaldada por el estudio histórico de J.M. Monterroso. “Este dato es sumamente importante puesto que nos permite entender sin grandes dificultades que toda la estructura pétrea sobre la que se asienta la figura de Santiago Sedente es el resultado de la intervención de 1966. También nos permite comprender que su altura respondía a la colocación de un sagrario y expositor, lo que permitía que la figura pétrea de Santiago se dispusiera directamente en línea con el arranque del segundo cuerpo del retablo, sin tener en cuenta que, de este modo, la imagen titular tenía una disposición que impedía su correcta contemplación. Una vez el sagrario y el expositor han sido retirados, y se es consciente del recrecimiento que el altar sufrió en el siglo XVIII parece razonable y válido poder recuperar el punto de vista aproximado que la imagen de Santiago Apóstol tendría dentro de la estructura 26 Memoria Final de Restauración del retablo mayor de la iglesia de Santiago de Pontedeume. A Coruña del retablo de 1530, consiguiéndose además que la figura quede centrada dentro de esa larga calle central que abarca los dos primeros cuerpos del retablo.”1 “En primer lugar, que la imagen pétrea de Santiago Sedente presidió el retablo mayor desde 1530, momento de su construcción, y que en 1684 se mantenía en dicho lugar. De él habría desaparecido con la remodelación realizada en 1784. En segundo lugar, que su ubicación sería la calle central del primer cuerpo y que, por debajo de él se encontraría una predela en la que se localizaba el sagrario, presidido, como era habitual en esta época, por una “custodia de talla”. Dicho dato es de interés puesto que nos permite recuperar parte de la imagen de la predela del retablo de 1530, que habría desaparecido en la última intervención sobre el retablo” 2 “Todos estos rasgos ponen en relación directa la figura de Pontedeume con el Santiago Magister del Pórtico de la Gloria, lo mismo que ocurre con otros muchos como los de Gustey, Ribadavia o Santiago de A Coruña . Junto a la escultura del Santiago Sedente, el retablo de Pontedeume cuenta con un total seis tablas pintadas en el primer tercio del siglo XVI. Estas, junto con la imagen pétrea, y una predela que uniría por la parte baja todo el retablo, constituirían la estructura original de 1530. Cabe recordar que, en dicho banco, en su parte central existiría un sagrario con una custodia tallada, semejante a los que conocemos de la catedral de Lugo u otros ligeramente posteriores. Estas seis tablas se distribuirían en el primer cuerpo, flanqueando la imagen de Santiago – Entrega del cíngulo de María al apóstol Tomás y san Miguel, situados respectivamente en el lado del evangelio y el de la epístola-, en el segundo cuerpo –Flagelación, Lamentación sobre Cristo muerto y Resurrección- y en el ático –Calvario-. Su estudio fue abordado por García Iglesias, al que siguieron los trabajos de Castro Álvar”3 “Atendiendo a esta última circunstancia, si bien sería factible mantener la compartimentación de cuerpos, de modo que el Santiago Sedente estuviese situado a la altura del segundo cuerpo, en el arranque de la predela del siglo XVI, sobreelevada en el siglo XVIII, se considera más adecuado plantear la situación de la imagen pétrea en la ubicación original del siglo XVI, de modo que su contemplación sea más cómoda y acorde con las escala de la estructura. El hecho de utilizar una trasera de fondo diferenciada para esta figura evita el riesgo de que la imagen quede demasiado baja en relación a la correspondencia de cuerpos del retablo.”4 1 MONTERROSO, J.M. Informe Histórico Artístico (Anexo VII) Nota 87. Pág 24. 2 MONTERROSO, J. M. Informe Histórico Artístico. (Anexo VII) Pág. 8 3MONTERROSO J.M. Informe Histórico Artístico (Anexo VII) Pág. 9 4 MONTERROSO J. M. informe Hizstórico Artístico (Anexo VII) Pág.27 27 Memoria Final de Restauración del retablo mayor de la iglesia de Santiago de Pontedeume. A Coruña 28 Memoria Final de Restauración del retablo mayor de la iglesia de Santiago de Pontedeume. A Coruña Se quitó el pedestal, columnas, capitel y losa que soportaban el sagrario de madera colocado en la década de los sesenta. El sagrario junto con los elementos que lo sustentan (composición de añadidos de épocas diversas : sagrario de los sesenta; capitel, basa y columna se cree procedan del antiguo enterramiento exento de los Andrade) fueron recolocados en la capilla contigua a petición y decisión de la parroquia y arzobispado de Santiago, donde se reubicará el sagrario de forma permanente. La escultura de Santiago una vez finalizada la restauración del retablo se ubicó en la pilastra pétrea a la que se completó en volumen hasta crear un pedestal uniforme, se picaron los cementos y se matizó el acabado con una lechada de cal coloreada que permitiera traslucir la textura del granito. El color le dio cierta continuidad a todo el volumen (ya que la pilastra en cuestión está configurada con numerosas piedras de granito reutilizadas de diversos granos y texturas). Se pretendía neutralizar una pilastra de modo que su lectura no sea una continuidad de la zona pétrea original de la mesa de altar o bancada y que a su vez dignifique la figura de Santiago sin tener un excesivo protagonismo.